Ácidos grasos.

Diferentes estudios han demostrado la eficacia de los ácidos grasos (en particular el ácido eicosapentanoico, más conocido como EPA) en la dieta para ayudar a las mascotas con artrosis.

Los mismos confirman la mejoría de los signos clínicos de la osteoartritis, identificada tanto por parte de las familias, del profesional veterinario, como por los análisis de la marcha en placas de fuerza (método objetivo).

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Doble beneficio.

Todo ello se debe a que niveles elevados de ácidos grasos omega 3 presentan un doble beneficio, controlar (disminuyen) tanto la inflamación como el dolor al mismo tiempo que disminuyen la degradación del cartílago articular.

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Suplementación.

De esta manera la suplementación con ácidos grasos y otros nutracéuticos podría ayudar a reducir o eliminar la necesidad de utilizar medicamentos antiinflamatorios convencionales.

Estos ácidos grasos omega 3 abundan en diferentes pescados como el salmón, las sardinas o el atún, por lo que el aceite de pescado es una fuente muy interesante de este nutriente.

De dónde provienen.

El cuerpo necesita ácidos grasos omega 3 para muchas funciones, desde la actividad muscular hasta el crecimiento celular.

Los ácidos grasos omega 3 provienen de los alimentos. El organismo no puede fabricarlos. El aceite de pescado contiene dos tipos de ácido graso omega 3, el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico (EPA).

Beneficios.

Además de contribuir al control de los signos clínicos de osteoartrosis, los ácidos grasos omega 3 mejoran la salud cardiovascular, favorecen el correcto desarrollo neurológico y promueven una piel y pelo sanos.

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